UN MES DE FIESTA
Aunque no había un día igual a otro, la rutina era bastante repetitiva, sin resultar cansina, gracias al sistema de “turnos” que habían establecido Mr Smith y Hopkins entre el viceconsulado y la consignataria. El que estuviera en Gibraltar por la tarde, se encargaba de acompañar a los niños Smith en el vapor de vuelta a casa. Las tardes en las que los Hopkins estaban libres, aprovechaban para visitar, en compañía del arquitecto Mr Thomson, las obras de Villa Claire, que iban a un ritmo bastante acelerado, debido en parte a que el invierno no estaba siendo tan lluvioso como era lo habitual en Algeciras lo que había permitido a los constructores aprovechar mejor las horas de trabajo en el exterior. A partir de primavera todo fue rodado hasta el verano. Estando a punto de comenzar la Real Feria de Algeciras en Junio, pero antes, a principios de Mayo, todos se reunirían en Punta Umbría, Huelva, donde Mary conocería a la familia de Antonio y de allí se dirigirían a Madrid para su boda. Una primavera bastante ajetreada para los Hopkins y los Smith.



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