DE MADRID AL CIELO
El coronel y el mozo cargaron el carrito con los maletones y Hopkins le indicó con la mano que esperase un momento mientras compraba el billete para Algeciras. Se dirigió a la ventanilla y, mostrando su pasaporte diplomático, le entregó al empleado la nota que le había dado Croft confirmando la reserva y la identificación del portador. Una vez que el empleado comprobó todos los datos, entregó a Hopkins el billete. Al ir a abrir su cartera para pagarlo, el empleado le intentó explicar, mediante gestos, que el billete ya estaba pagado desde hacía tiempo. Hopkins le dió las gracias y recordó la maravillosa eficiencia de O'Brian, encargándose de facilitar todos estos trámites. El coronel se volvió al mozo de cuerda y le mostró el destino que aparecía en el billete. Éste le guió hasta el andén desde donde partiría el tren a Algeciras que ya esperaba con su humeante locomotora al frente.
Comments
Post a Comment