UN LARGO VIAJE A LA PLAYA

 

– ¡Vaya! – exclamó Mrs Smith – ¡Parece un chateau francés!

El doctor Mackay aprovechó para contarles la historia del edificio, que era muy parecido a su propia casa en Huelva y que había pertenecido al hombre de negocios y filántropo alemán Wilhem Sundheim, amigo suyo y fallecido unos años antes. Luego fue estrechando las manos de todos no sin antes intercambiar las tarjetas de visita con Hopkins y Mr Smith. Fue entonces cuando se percataron de que al salir del muelle de madera, la población se ubicaba en un inmenso arenal jalonado de corredores formados por enormes losas de piedra y tablones de madera que recordaban las alfombras de un pasillo formando un laberinto de gigantescas proporciones.