BIEN ESTÁ LO QUE BIEN ACABA - ALL'S WELL THAT ENDS WELL

 

 

Sidi Mohamed ben Larbi Torres was announcing nothing other than his refusal to sign the minutes of the Conference, arguing that he would need the approval of the Sultan of Morocco and blaming the impossibility of doing so immediately due to the distance. After the words of the Moroccan, a thick silence was imposed that prevented any hint of applause, in contrast to the previous ones. Although this possibility was already contemplated, it was still a setback for the splendid results announced by the Spanish, French, English, Russians and Americans. A few minutes later, along the very large table, the animation began again in the form of a happy rumour when, at a gesture from the organizer, several waiters distributed among the attendees beautiful boxes illustrated with allegories of the Conference containing chocolates from the Madrid manufacturer Matías Lopez. The Moroccan delegation made a gesture of refusing the present for fear that the chocolates might contain alcohol or pork fat, but the prompt reaction of the Duke, explaining that he had made sure that they did not contain any ingredient prohibited to Muslims, made some of the North African delegates eat the chocolates greedily.

Sidi Mohamed ben Larbi Torres no estaba anunciando otra cosa que su negación a firmar el acta de la Conferencia aduciendo que necesitaría el visto bueno del sultán de Marruecos y achacando la imposibilidad de hacerlo inmediatamente debido a la distancia. Tras las palabras del marroquí, se impuso un espeso silencio que impidió algún atisbo de aplauso, contrariamente a los anteriores. Aunque esta posibilidad ya estaba contemplada, no dejaba de ser una contrariedad para los espléndidos resultados anunciados por españoles, franceses, ingleses, rusos y norteamericanos. A los pocos minutos, a lo largo de la larguísima mesa, comenzó de nuevo la animación en forma de murmullo cuando, a un gesto del organizador, varios camareros repartieron entre los asistentes bellas cajas ilustradas con alegorías de la Conferencia conteniendo chocolates del fabricante madrileño Matías López. La delegación marroquí hizo gesto de rechazar el presente por temor a que los chocolates pudieran contener alcohol o grasa de cerdo, pero la pronta reacción del duque, explicándoles que se había cerciorado de que no contuvieran ningún ingrediente prohibido a los musulmanes, hizo que algunos de los delegados magrebíes comieran los bombones con avidez.